Hoy comienzo una andadura nueva y distinta en lo que ha sido, hasta ahora, mi relación con el mundo “blogger”. Intentaré desde estas páginas virtuales, mostrar una parte de lo aprendido durante decenas de años de vida profesional.
No pretendo pontificar, ni tengo reglas milagrosas que resuelvan los problemas que nos trae el devenir de cada día en las empresas, pero de algo sirven los años de experiencia. Y como soy un firme defensor de la transmisión del conocimiento, aspiro, desde la más absoluta humildad, a que los consejos que desde esta plataforma pueda dar, le sirvan a alguien.
Este no va a ser un manual al uso, soy bastante anárquico en eso. Constará, seguro, de una mezcolanza de recomendaciones, experiencias y opiniones, siempre personales que, con toda seguridad, a mas de uno no van a gustar, pero siempre estarán dichas desde el mas absoluto respeto y decoro.
Admito y disfruto con las críticas, si se producen. No me tiembla el pulso para rectificar si me equivoco. Esa será una buena señal y todas las opiniones son bienvenidas siempre que sean dichas desde el respeto. Esta va a ser la única línea roja de estos apuntes de bitácora.
¿Sobre que voy a escribir?
La mayor parte de lo que se plasme estará relacionado con el sector agroalimentario, que es el que ha ocupado toda mi vida profesional y al que me dedico con pasión y admiración a partes iguales.
¿A quien me dirijo?
Recientemente he tenido una experiencia profesional muy gratificante, al participar como mentor en la gestación y primeros pasos de una empresa de este sector. Una experiencia que me ha permitido recordar y aprender las tremendas dificultades por las que pasan las personas que teniendo una idea en la que creen, la acaban transformando en una iniciativa empresarial. Pero crear y desarrollar una empresa es algo ya de por si complejo y que se complica bastante, sobre todo en los primeros meses (a veces años), por un desconocimiento lógico de ese mundo.
Esta experiencia me ha incitado a buscar formas de poder aportar mi grano de arena en estos procesos. Y esta es una de ellas.
Se que voy contracorriente, pero soy enemigo de los anglicismos que ahora están tan de moda en las empresas y fuera de ellas para llamar a las cosas con otro nombre. Por eso será muy raro que e mis “post” los utilice. No pretendo ser un “Couch”, aunque eso me haga menos “cool” e incluso pueda restarme “followers”.
Tenemos un idioma muy rico en palabras y estoy seguro de que los lectores que aterricen por aquí no se van a molestar por esa manía mía
Ya es tiempo de dejar las presentaciones y empezar a trabajar, así que os avanzo que la próxima entrada va a ser una reflexión sobre la picaresca y confusión que se puede generar en una de nuestras Denominaciones de Origen. ¿Para vender más vale todo?
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