En el capítulo
anterior mencioné, de forma genérica, algunas de las dificultades más habituales que nos
encontraremos en el desarrollo de la idea hasta convertirla en realidad
tangible. Omití, ex profeso, las fases emocionales por las que suele pasar
cualquier proyecto y que son consecuencia de los sucesivos estados de ánimo del
o los emprendedores durante el desarrollo (entusiasmo, desánimo, pánico,
cansancio físico y emocional, etc.). Todas ellas serán más o menos cortas o
largas, en función de cómo seamos y de la inteligencia emocional que apliquemos,
pero si el proyecto está bien definido y estructurado, será nuestra guía,
nuestro GPS para avanzar por el camino
que entendemos como correcto.
El
emprendedor tiene claro el objetivo que persigue y ha de ser el líder natural
del proyecto y sobre el que recae la responsabilidad de llevar la nave por la
ruta más conveniente. En caso de que varios emprendedor@s participen en el
mismo proyecto, ha de haber un líder consensuado y aceptado por todos, en un
barco no puede haber varios capitanes.
En muchas
ocasiones el emprendedor actúa como visionario, en el buen sentido de la
palabra. Es capaz de ver posibilidades de negocio que a otros pasan
desapercibidas y, por desgracia, en muchas ocasiones también se queda en eso,
en posibilidad.
La imagen
que acompañaba al capítulo anterior es bastante gráfica de lo que representa
iniciar una andadura de este tipo. Nos encontramos solos, con una inmensa
escalera delante, que debemos ascender sin saber a donde nos llevará y sin
pasamanos que nos sirvan de apoyo en la ascensión. La sensación de miedo es
inevitable. Un entrono gris y oscuro que nos lleva a lo desconocido. Asusta y
mucho, por eso hay que ser de una pasta especial para hacerlo.
La imagen
de hoy sigue siendo una escalera. El ascenso por cada peldaño no lo podemos
evitar si queremos llegar a la parte alta. Pero en esta, el entorno no es gris
sino todo lo contrario, hay luz, color y es más difícil caerse.
La cuestión no es si tienes aptitudes para ascender, sino de cual es tu actitud en el ascenso.
Y el primer peldaño, aun teniendo el
entusiasmo y la frescura de empezar algo nuevo y apasionante que hemos parido nosotros mismos,
es el que mas nos cuesta subir.
Los siguientes…. son mucho más fáciles,
no lo dudes y empieza
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión ayuda