Nací un 30 de septiembre del año 1956 en una familia
de clase media, en un barrio de Zaragoza y en un entorno rural. Cuando tuve edad para ello, asistí a la escuela
local, donde empecé a entrar en el mundo de la disciplina y el
conocimiento. Hice mis estudios de
Bachiller en el Colegio del Sagrado Corazón y al finalizarlos inicié la carrera
universitaria de Veterinaria. En realidad creí tener vocación de biólogo pero
la imposibilidad de cursar esos estudios en mi ciudad hizo que me decantase por
Veterinaria. Años mas tarde y sin haber finalizado la misma empecé a trabajar
en serio, por que trabajar ya hacía tiempo que lo hacía durante las vacaciones.
Siempre agradeceré a mis padres que me enseñasen a conseguir las cosas con mi
propio esfuerzo y no como un regalo divino. De forma anecdótica y temporal,
trabajé de albañil, en una fundición, en un bingo, y en la empresa en que me
inicié profesionalmente.
Toda mi trayectoria discurre entorno al sector
agroalimentario. La Inicié en el comienzo de los 80, siguiendo lo que casi era
una tradición familiar, pues tanto mi padre como mi abuelo trabajaron en la
misma empresa, aunque esta fue evolucionando en su actividad y cambiando de
accionistas. Lo que conocí durante mi niñez como una industria conservera
derivó en una industria de congelado de vegetales (Frío Alimentos D’Arago) y es
allí donde comienzo a trabajar en algo que conocía, por haberlo “mamado” desde niño. Después
de once años como Jefe de Producción y
por avatares económicos, la empresa cierra sus puertas y cambio de sector
empezando nueva andadura en el sector cárnico, en la industria Cárnicas
Gállego, donde pude aportar gran parte de lo aprendido, a pesar de la
disparidad entre ambos subsectores, durante dieciocho años, ejerciendo entre
otras funciones, la de gerente de la misma.
Siempre he sido un convencido del valor añadido que
da a un alimento trabajarlo con la mayor y mejor calidad posible. Puede que ese
valor añadido no sea suficiente para la subsistencia de una empresa, pero estoy
seguro que es necesario tenerlo. La diferenciación positiva en la calidad de
todo lo que hacemos es una apuesta de futuro y debería de ser una filosofía de
empresa que implique a todos los departamentos de la misma, independientemente
de su tamaño.
En base a esta filosofía me impliqué en la marca de
alimentos de calidad “C” siendo
presidente de la asociación que la representaba. Y por la misma razón, acepté
ser presidente de la Asociación de Industrias de Alimentación de Aragón, por
que, en mi opinión, representar a este sector, que es el segundo en importancia
económica en Aragón, es una de las formas de ayudar a que las empresas que lo
constituyen puedan seguir adelante.
Durante esta etapa se constituyó la Agencia de seguridad Alimentaria de Aragón
y tuve el honor de ser su vicepresidente, dada la importancia que tiene para
nuestras empresas ese tema. Siguieron otros cargos y actos que no cito por no
aburrir, pero que me permitieron lograr lo que considero más importante de toda
esta andadura, conocer a personas que merecen la pena. Eso si que es un regalo
con valor añadido.
Durante todos estos años y a la velocidad que ha
evolucionado este sector he considerado fundamental la formación y
actualización de conocimientos, por eso realicé muchos cursos que me
permitieron no perder el hilo y quedarme obsoleto.
La temática de algunos de estos cursos fue variada:
Seguridad e higiene en el Trabajo, Gestión de la Producción, Control de Calidad
en Análisis Medioambiental y Agroalimentario, Gestión de la Calidad en la
Industria Agroalimentaria, Residuos de Envases y Embalajes, Sistema de ARCPC,
Etiquetado de Productos Alimenticios, Certificación según Normas ISO 9000, Finanzas
para directivos no financieros, Alto rendimiento para la Dirección Comercial,
etc.
Al margen de todo esto, estuve durante cuatro años
escribiendo una columna de opinión sobre nuestro sector, en el suplemento de
economía de El Periódico de Aragón
Durante estos años, he impartido charlas y
conferencias, siempre sobre el sector agroalimentario
En la actualidad, desarrollo mi actividad profesional como director comercial en dos empresas de
dos sectores que eran desconocidos para mi, las conservas de frutas (Conservas
Calanda) y el aceite de oliva (Aceites Ismael y Magallón).
Sin ninguna pretensión, este puede ser un buen
momento para aporta mi grano de arena a través de este medio, informando,
opinando u orientando, a los emprendedores que se quieren iniciar en este apasionante y complejo sector.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión ayuda